Jerusalem...Para los amantes de la cultura, las artes, el teatro y la música y la arquitectura


Jerusalén en hebreo יְרוּשָׁלַיִם Yerushaláyim; en árabe القُدس al-Quds es la capital de Israel y su ciudad más grande y poblada, con 804,355 residentes en un área de 125,1 kilómetros cuadrados.Situada en los montes de Judea, entre el mar Mediterráneo y la ribera norte del mar Muerto, se ha extendido bastante más allá de los límites de la Ciudad Vieja.

El estatus de la parte oriental de la ciudad, conquistada en 1967 por Israel, se encuentra disputado, ya que en este sector —referido habitualmente como Jerusalén Este o Jerusalén Oriental, que incluye la Ciudad Vieja— es donde el Estado de Palestina pretende establecer su capital. Israel discute las reclamaciones palestinas y, tras la Guerra de los Seis Días, considera la ciudad como un todo unificado y un mismo municipio, declarándola como su capital "eterna e indivisible" mediante la Ley de Jerusalén en 1980. Esta anexión no es reconocida por la mayoría de la comunidad internacional, y en señal de protesta por este acto unilateral los Estados miembros de las Naciones Unidas acabaron por trasladar sus embajadas a Tel Aviv.

Jerusalén es una de las ciudades más antiguas del mundo, habitada por los jebuseos antes de la llegada de las tribus hebreas a Canaán a principios del siglo XIII a. C. Fue la antigua capital del Reino de Israel y del Reino de Judá, y siglos más tarde del reino franco de Jerusalén. Es considerada una ciudad sagrada por tres de las mayores religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islam.

La Ciudad Vieja de Jerusalén fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981.
Jesusalem tiene setenta nombres". Setenta nombre, cada uno refleja los distintos aspectos de la ciudad y de sus residentes, hoy en día y a través de su historia. 
Jerusalem es la capital del estado de Israel. La ciudad cuenta con 3000 años y el Rey David la declaró como Capital de la Nación Judía. Consagrada con ancestrales eventos históricos y lugares santos, esta ciudad es objeto de culto por Judíos, Cristianos y Musulmanes, de todas partes del mundo. 

La Capital del Israel Jerusalem es la capital moderna del Estado de Israel y la ciudad más grande de éste. En esta ciudad es donde el siglo 1 choca con el siglo 21, y cada uno empuja por espacio y legitimidad, y donde lo pintoresco “viejo” se acomoda a las centellantes torres de oficinas y los altos edificios de departamentos. Pero Jerusalem es mucho más que la suma del trazado entre lo nuevo y lo viejo. Es una ciudad de personas, tan diversa como las cuatro esquinas del globo, desde donde las personas llegan. Para los Judíos, Jerusalem siempre ha sido “La Ciudad Santa”, y ha sido venerada por los Cristianos y Musulmanes por siglos. Ni una maravilla ha impactado tanto al mundo como la Ciudad deJerusalem.

Lugares Santos de Jerusalem El Kotel (El Muro Occidental o el Muro de los Lamentos), el templo de Monte, EL Mote de los Olivos, El Domo de la Roca (Templum Domini), la tumba de la Virgen, La Iglesia de la Ascensión, el Monte Zion, La Iglesia de Santa Ana, La Vía Dolorosa, El Santo Sepulcro, entre otros. 

El Nacional Jardín Botánico en Jerusalem El Jardín Botánico de la Universidad de Jerusalem abarca a más de seis mil especies de plantas diferentes, las cuales fueron traídas a Israel de todas partes del mundo y son preservadas para el beneficio y el disfrute del público.
Las plantas están distribuidas en seis secciones, cada una diseñada para crear un mini ambiente natural, simulando la región de origen de cada una de éstas. 

Las Ventanas de Chagall La Sinagoga del Centro Médico de Hadassah de la Universidad Hebrea fue dedicado el 6 de Febrero de 1962, como parte de nuestras celebraciones de Aniversario de Oro del Hospital. Los pisos y los muros interiores fueron hechos con la Piedra de Jerusalem, y la Sinagoga es iluminada por lámparas colgantes y por la luz solar la cual fluye a través de las magníficas ventanas de Chagall.


Jerusalén es una ciudad que despierta emociones sobrecogedoras, que promete experiencias espirituales y religiosas, intensidad y placer, interesantes recorridos y divertidas aventuras. Aquí, además de los fascinantes enclaves históricos y arqueológicos de Jerusalén existen sorprendentes atracciones turísticas modernas para los amantes de la cultura, las artes, el teatro y la música, la arquitectura y las delicias gastronómicas.
Si siente curiosidad por saber cómo se convirtió Jerusalén en un centro tan importante para las religiones y la espiritualidad y en lugar de peregrinación para millones de turistas de todo el mundo, la respuesta se encuentra miles de años atrás. La historia de Jerusalén está llena de guerras y de luchas. Su localización estratégica ha atraído a numerosas naciones deseosas de capturar la ciudad, algunas de las cuales han llegado a gobernarla durante varios periodos. Estas calles han conocido tiempos de guerra y paz, amor y odio, riqueza y pobreza, destrucción y renovación, felicidad y dolor.

Según la tradición judía, la creación del mundo comenzó hace 5766 años con la primera piedra del Monte Moriah (bajo la Cúpula de la Roca, en el Monte del Templo). Fue ahí donde se erigió hace unos 4.000 años una importante ciudad real cananea que fue conquistada a los jebuseos por el rey David en 1004 a. C. y que se convirtió en capital de su reino y ciudad santa. Salomón, el hijo de David, construyó el Primer Templo, y sus descendientes (Ezequías, Sedecías y los reyes de Judá) siguieron ampliando y fortificando los límites de la ciudad, además de construir un sistema de abastecimiento de agua (el túnel de Ezequías). Estos esfuerzos tuvieron su fruto, y cuando el rey Senaquerib de Asiria sitió Jerusalén, no pudo someter a la ciudad y acabó por retirarse. Sólo en 586 a. C. pudo Nabucodonosor conquistar la capital judía. La ciudad quedó destruida, y la mayoría de sus habitantes se exiliaron a Babilonia. En 538 a. C., Jerjes, rey de Persia, que conquistó Babilonia, permitió a los judíos exiliados regresar a Judea y Jerusalén, reconstruyendo la ciudad y levantando el Segundo Templo. Judea fue un distrito autónomo durante 370 años, primero bajo la dominación de los persas y después bajo la de los griegos. Tras la revuelta asmonea de 168 a. C., Jerusalén volvió a ser capital de un reino que posteriormente sucumbiría ante el Imperio Romano. El rey Herodes el Grande amplió aún más el Templo entre los años 73 y 74 a. C.

A finales del periodo del Segundo Templo en Jerusalén reinaba una gran tensión social y religiosa. Fue entonces cuando Jesús predicó en Nazaret. En el año 66 de nuestra era los judíos se rebelaron contra el Imperio Romano y tomaron Jerusalén. Esta revuelta fue sofocada en el año 70 d. C., y los romanos, capitaneados por Tito, conquistaron la capital, destruyeron el Templo por completo y enviaron al exilio a los habitantes de la ciudad. Durante los 60 años siguientes Jerusalén estuvo asolada hasta la revuelta de Bar Kokhba, que permitió a los judíos regresar por un breve periodo. En 135, los romanos reconstruyeron la ciudad, la rebautizaron como Aelia Capitolina y prohibieron a los judíos vivir allí.

Tras la aceptación del Cristianismo por el Imperio Romano (que posteriormente se convertiría en el Imperio Bizantino) en 324, Jerusalén volvió a cobrar relevancia. Los lugares relacionados con la vida y muerte de Jesús se localizaron y se declararon santos, además de construirse numerosas iglesias, como la del Santo Sepulcro (la Iglesia de la Resurrección) y la “Madre de todas las Iglesias” en el Monte Sión.

En 638 los musulmanes conquistaron Jerusalén y construyeron la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al Aqsa en los siglos siguientes. Los judíos regresaron a Jerusalén tras la conquista musulmana, y en torno al siglo X esta ciudad recuperó su condición de capital espiritual de los judíos de la Tierra de Israel.

Los cruzados también querían gobernar Jerusalén, por lo que conquistaron la ciudad en 1099, masacraron a sus habitantes judíos y musulmanes y convirtieron a Jerusalén en su capital. Sin embargo, menos de cien años más tarde, en 1187, los cruzados fueron derrotados por Saladino en la batalla de Hattin. Los judíos regresaron a Jerusalén y desde entonces han permanecido aquí.

En 1250 subió al poder la dinastía mameluca en Egipto, y sus gobernantes conquistaron esta región y se convirtieron en los nuevos señores de Jerusalén. En 1517 el Imperio Otomano se extendió a Jerusalén, y la ciudad fue gobernada por los turcos durante 400 años. En los cien primeros años la ciudad floreció y se reconstruyeron sus murallas; sin embargo, en la segunda mitad del siglo XVI, con el declive del Imperio Otomano, comenzó también a decaer la suerte de Jerusalén.

A principios del siglo XIX Jerusalén era una pequeña ciudad descuidada intramuros, y sólo hacia finales del siglo (a partir de 1860) comenzó a crecer la Ciudad Nueva gracias a la generosidad del filántropo británico Moshe Montifiore, que financió la construcción de Mishkenot Sha'ananim. El éxito de este nuevo barrio dio paso a la construcción de otros fuera de las murallas. Cada vez se trasladaban más judíos a Jerusalén, hasta convertirse en población mayoritaria en 1873.

En 1917, con el inicio del Mandato Británico, Jerusalén conservó su condición de capital del territorio. Cuando se fundó Israel en 1948, Jerusalén fue declarada capital del estado, y en ella se construyeron todos los principales edificios gubernamentales, como la Knesset (edificio del Parlamento Israelí), el Tribunal Supremo y las distintas oficinas gubernamentales.

Durante la Guerra de la Independencia, tras sangrientos combates y armisticios, Jerusalén fue dividida entre Israel y Jordania hasta su liberación en la Guerra de los Seis Días de 1967, cuando las dos partes de la ciudad se reunificaron y Jerusalén pasó a convertirse en la ciudad más grande de Israel.

Como habrá podido ver, Jerusalén ha sido desde sus inicios una ciudad única sin parangón en el mundo entero.






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