Uno de los sitios arqueológicos dejado por los Mayas, compuesto por una importante ciudad con un sofisticado sistema de drenaje y un amplio centro ceremonial, cuenta además con un campo de pelota que servía de entretenimiento para el pueblo. El apogeo de ésta cultura se dió entre los años 1,200 A.C. y 850 D.C.
Entre los artefactos que permanecen expuestos podemos encontrar esculturas en jade y barro, el trapiche, una figura del dios XIPE-TOTEC; además del hallazgo más importante en el sitio arqueológico que es la Virgen del Tazumal, que según data la información, fue encontrada por el historiador Santiago Barberena en 1892, quien la trasladó al Museo Nacional.También se encontraron tumbas conteniendo más de 116 vasijas elaboradas en jade, espejos de pirita de hierro y estructuras con forma de lagartos.Al sur del lugar se encuentra el juego de pelota delimitado por la pirámide.
El Tazumal es el sitio perfecto para los amantes de la arqueología, su estructura mayor mide 24 metros de altura, Este sitio fue registrado formalmente en 1940 por Stanley Boggs, en su entorno se encuentran ubicadas tiendas artesanales y un taller de jade y cuero donde se puede adquirir cualquier recuerdo de éste bello sitio turístico.
Recientemente, tras una lluvia ocurrida en agosto de 2004 se derrumbó una pared de 26 metros de largo, originalmente colocada por el arqueólogo Stanley Boggs en 1942 dando inicio al mayor hallazgo del lugar, además en 2005 se encontraron piezas de más de 1,500 años de antigüedad.
El Tazumal se ubica a 82 Kilómetros de San Salvador, a orillas del municipio de Chalchuapa del Departamento de Santa Ana.
JOYA DE CEREN
Esta ruina es el vestigio arqueológico más importante del país. Data desde hace más de 1,400 años, dicho sitio muestra la forma de vida del pueblo maya antes de la colonización, la cual fue interrumpida por la erupción del Volcán Caldera en el año 600 d.c. aproximadamente, esto lo podemos constatar en los restos encontrados: el tipo de viviendas que utilizaban, bodegas, utensilios domésticos, huertos caseros y las milpas que cultivaban, posee un tipo de baño sauna y el lugar donde residía el curandero de la tribu; quedó cubierta de cenizas volcánicas a semejanza de la historia de la antigua Pompeya.
Joya de Cerén fue descubierta en 1976 accidentalmente, cuando un tractor chocó por accidente con unos restos, posteriormente se condujeron investigaciones en el área, las cuales fueron llevadas a cabo por el estadounidense Payson Sheets. A medida que avanzaban las excavaciones, se despertó aun más el interés científico y se gestionó un fondo para seguir con las investigaciones, las cuales fueron interrumpidas durante la guerra civil y reiniciadas en 1989.
Son alrededor de 15 las estructuras descubiertas, entre ellas unas bodegas donde guardaban utencilios de cocina como ollas, vasijas de barro, cuchillas y piedras moledoras. Además, se han encontrado estructuras habitacionales, cocinas, talleres y cultivos de maíz, la mayoría de las estructuras descubiertas poseen paredes de adobe y techos hechos a base de palmas, además se han descubiertos platos con comida, lo que nos da ha entender que tuvieron tiempo para evacuar, sin tener ninguna víctima que lamentar, pues no se ha encontrado hasta la fecha ningún resto humano.
Joya de Cerén cuenta con un museo que exhibe cerámica, objetos domésticos y semillas de cereales que estuvieron conservados debajo de las cenizas, así como literatura histórica para entender mejor la vida cotidiana de aquel entonces. Fue declarado patrimonio cultural por la UNESCO en 1993. Es un sitio ideal para disfrutarlo en familia. Si desea visitarlo, se encuentra a 30 minutos de San Salvador sobre la autopista que conduce a Santa Ana denominada CA-8W.
Aqui no hay únicamente ruinas, también se encuentra el Museo Regional, donde te explicarán detalles impactantes de los habitantes que poblaron éste lugar, sus costumbres y su modo de vida. El sitio posee además objetos que se han encontrado en las excavaciones y que te sorprenderán por sus colores, formas y belleza. Está situado en el valle de Zapotitán, entre las riberas del Río Sucio y Río Agua Caliente. Hoy en día esta zona es famosa por su tierra fértil, factor muy importante para sus comunidades agrícolas.
Posee un pequeño museo construido en honor al Sr. Carlos De Sola quien fué un ejecutivo de la Dirección General de Cultura y Juventud y Deportes. Don Carlos insistió siempre en que debía de haber un museo en cada uno de los sitios arqueológicos aunque estos fueran pequeños, pero donde la población apreciara, valorara e hiciera suyo el legado prehispánico que habíamos heredado de nuestros antepasados. Por esta razón cada uno de los sitios arqueológicos que se encuentran bajo la administración de CONCULTURA posee estos museos a la disposición de los visitantes.
San Andrés es uno de los centros prehispánicos más grandes de El Salvador. Las primeras noticias sobre este sitio arqueológico datan de fines del siglo XIX, ya que fue en 1892 cuando por vez primera se informó acerca de la existencia de éste asentamiento. Años más tarde, en 1910, cuando un grupo de cartógrafos americanos realizaban mediciones en la hacienda de San Andrés, se mencionó de nuevo, la presencia de montículos en los alrededores.
Las primeras investigaciones de campo se realizaron durante dos temporadas en los años 1940 y 1941. Durante 4 décadas los trabajos arqueológicos en San Andrés se interrumpieron y no se reiniciaron sino hasta finales de la década de los setenta bajo la dirección del arqueólogo Stanley Boggs.
En resumen, las investigaciones efectuadas en San Andrés durante los años 1940-1941, 1977-1978 y 1996-1997 han revelado hallazgos importantes y aportado datos valiosos que permiten conocer no sólo las características internas, sino también los contactos que San Andrés mantuvo con otros asentamientos prehispánicos de El Salvador y el área maya.
Los tres períodos de investigación revelan diferentes momentos de ocupación prehispánica. El primero ocurrió durante el periodo Preclásico Medio (700 A.C. a 250 A.C.), el segundo durante el Clásico Tardío (600 D.C. a 900-100 DC.), y el tercero durante el Posclásico. Sin embargo, de estos tres periodos de ocupación maya, el más importante ocurrió durante el Clásico Tardío por la complejidad social y el avance cultural que alcanzó en su momento.
Este parque arqueológico de San Andrés se encuentra aproximadamente 30 minutos de San Salvador, en la autopista que conduce a Santa Ana que es completamente pavimentada; visitarlo es excelente para compartir en familia.
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